Al menos dos personas han resultado muertas en varios atentados perpetrados en la noche del sábado en cinco puntos del sur de Londres. Scotland Yard confirmó que se habían producido «varias víctimas mortales» en una serie de «incidentes» encadenados que sembraron el terror en las calles de la capital británica. Por su parte, The Daily Mailelevó el número de muertos a siete y a decenas de heridos. Varios testigos han declarado haber escuchado disparos y que han llegado a ver a tres personas armadas con cuchillos.
El primer ataque se produjo a las 10:30 de la noche, cuando una furgoneta se lanzó sobre 20 peatones junto a la estación del Puente de Londres. Varios testigos declararon haber escuchado disparos y otros aseguran que llegaron tres personas armadas con cuchillos que salieron de la furgoneta y apuñalaron a varios viandantes.
Poco después, la policía informaba de otro «incidente» en el cercano Borough Market, y más tarde en Vauxhall y en Southwark Street, al sur del Támesis. La estación de metro de Monument, al otro lado del río, fue cerrada e inspeccionada por agentes fuertemente armados y perros policía.
Varias zonas del sur Londres fueron acordonadas. La policía forzó el desalojo del Shard, el mayor rascacielos de la ciudad, y el teatro The Globe. La ciudad fue tomada por las sirenas de las ambulancias y los coches-patrulla en una noche de pesadilla como la vivida hace apenas doce días en Manchester, donde 22 personas resultaron muertas y 199 heridas en el atentado suicida durante el concierto de Ariana Grande.
Holly Jones, periodista de la BBC, fue testigo del primer ataque, cuando una furgoneta blanca embistió a gran velocidad (unos 80 kilómetros por hora) contra un grupo de gente que camina sobre la acera. «Hizo un giro rápido a mi alrededor y atropelló a cinco o seis personas, dos delante de mí y otros tres detrás», declaró.
«Cuatro de ellos estaban gravemente heridos y fueron atendidos por los médicos».
Aparentemente, la furgoneta emprendió la fuga dejando un rastro de sangre. Según testigos citados por The Daily Mail, tres hombres salieron aparentemente de la furgoneta, armados con cuchillos de 15 centímetros y apuñalaron al menos a siete personas en Borough High Street.
El conductor emprendió entre tanto la fuga y abandonó la escena dejando una rastro de sangre. «Hubo un potente tiroteo y lo pudimos escuchar desde mi piso en Upper Thames Street», relató otro testigo, Tony Murphy, al Daily Telegraph. «Al principio pensamos que era fuegos artificiales, pero no tardamos en reconocer que se trataba de armas de fuego». «Cerrad las puertas y quedaos dentro», fue la orden que dio a la policía a Will Orton y otros londinenses que estaban en un pub cercano a la estación.
«Pensamos que se trataba de una pelea en la calle, pero acto seguido entró un tropel de gente y el local se abarrotó, mientras la policía vigilaba la puerta y poco después ordenó que evacuáramos el pub».
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