
Los altos funcionarios de la coalición de 68 naciones que luchan contra el ISIS, el Estado Islámico en Irak y Siria, están buscando aumentar la presión sobre el grupo mientras las fuerzas respaldadas por Estados Unidos se acercan más a Mosul, Irak.
Se reúnen hoy para planear el próximo objetivo de la campaña: la capital auto-declarada de los extremistas en Siria.
El secretario de Estado estadounidense, Rex Tillerson, recibirá al primer ministro iraquí ya los principales diplomáticos de los socios de la coalición en Washington. Discutirán nuevas ideas para ampliar la lucha contra ISIS y prepararse para las consecuencias de su derrota.
Pero es poco probable que desarrollen una nueva estrategia global. El gobierno de Trump sigue perfeccionando su enfoque anti-ISIS, que incluirá algún aumento en la participación militar de Estados Unidos.