
Un tren con destino a Londres se convirtió la noche del sábado en escenario de miedo y violencia cuando uno o más atacantes iniciaron un apuñalamiento masivo que dejó al menos 10 heridos, de los cuales 9 están en estado de salud grave o potencialmente mortal, según informó la British Transport Police (BTP). La agresión tuvo lugar poco después de que el convoy partiera desde Peterborough hacia la estación de London King’s Cross, y se detuvo de emergencia en la estación de Huntingdon, en Cambridgeshire, donde la policía abordó la situación y detuvo a dos sospechosos.
Los testigos relataron escenas caóticas: según algunos pasajeros, uno de los agresores blandía un cuchillo de gran tamaño mientras gritaba, lo que provocó pánico, personas escondiéndose en los baños del vagón y multitud de corredores improvisados por el pasillo del tren. El suceso ocurrió aproximadamente a las 19:39 h, cuando se recibió la primera llamada de emergencia y más de 30 agentes armados fueron desplegados al lugar.
Las autoridades confirmaron que dos hombres —británicos, de 32 y 35 años— fueron arrestados en Huntingdon bajo sospecha de intento de asesinato. Aunque la declaración inicial señalaba que el ataque podría tratarse de un incidente terrorista, la investigación avanzada desestimó por el momento ese vínculo y lo consideró un acto aislado.
El primer ministro Keir Starmer calificó lo ocurrido como “profundamente preocupante”, y la ministra del Interior, Shabana Mahmood, instó a la población a evitar especulaciones prematuras mientras se esclarecen los hechos. La estación de Huntingdon permanece acordonada, los servicios ferroviarios de la línea East Coast paralizados y la operadora London North Eastern Railway pidió a los pasajeros posponer sus viajes.
Aunque no se han divulgado aún los motivos del ataque ni las condiciones de los implicados, las autoridades analizan el historial de los detenidos y revisan grabaciones de seguridad para reconstruir el evento. La policía también ha elevado la visibilidad en trenes y estaciones para brindar tranquilidad a los viajeros.
Este suceso genera una nueva alarma sobre la violencia con arma blanca en el transporte público del Reino Unido, y abre interrogantes sobre los protocolos de seguridad a bordo de trenes de alta velocidad. Las investigaciones continúan y se espera que inicien comparecencias oficiales en las próximas horas.






