
Toronto, Canadá. — En una noche llena de tensión, emociones y batazos decisivos, los Toronto Blue Jays cayeron en el tercer juego de la Serie Mundial tras un duelo maratónico que se extendió hasta entradas extras. El marcador final, 7-6, favoreció a su rival —que logró resistir la presión del Rogers Centre y recuperar la ventaja en la serie.
El encuentro, que duró más de cinco horas, tuvo todos los ingredientes de un clásico de octubre: errores costosos, batazos oportunos y jugadas defensivas memorables. Los Blue Jays comenzaron fuertes, tomando la delantera en el segundo inning gracias a un cuadrangular de Vladimir Guerrero Jr., pero el bullpen no logró mantener el resultado en los innings finales.
En la parte alta del 11º episodio, un doblete impulsador del rival rompió el empate, dejando a la novena canadiense sin capacidad de respuesta pese a su lucha hasta el último turno al bate.
El mánager John Schneider reconoció el esfuerzo de sus jugadores, pero lamentó las oportunidades desaprovechadas:
“Fue un partido intenso, digno de una Serie Mundial. Hicimos muchas cosas bien, pero en este nivel, los pequeños errores se pagan caro”, señaló tras el juego.
Con la derrota, los Blue Jays quedan abajo 2-1 en la serie al mejor de siete, con el cuarto partido programado para esta noche, nuevamente en Toronto. El equipo buscará igualar la serie y mantener vivas las esperanzas de conquistar su primer título desde 1993.
La afición, aunque frustrada por el resultado, despidió al equipo con aplausos, reconociendo el carácter mostrado durante un partido que ya se inscribe como uno de los más intensos en la historia reciente del béisbol canadiense.






