
Lionel Messi aterrizó en Toronto con la mira puesta en seguir rompiendo récords en la Major League Soccer (MLS). El capitán del Inter Miami, de 38 años, atraviesa un momento brillante tras firmar dos goles y una asistencia en cada uno de sus últimos partidos: la victoria 3-2 frente al DC United y el contundente 4-0 sobre New York City FC.
Con estas actuaciones, Messi se convirtió en el cuarto jugador en la historia de la liga en lograr ocho encuentros con más de un gol en una misma temporada. Se une así a figuras como Zlatan Ibrahimovic (2019), Mamadou Diallo (2000) y Stern John (1998). Además, es el primer futbolista en la MLS en registrar al menos 35 contribuciones de gol en temporadas consecutivas.
El astro argentino lidera la carrera por la Bota de Oro con 24 goles, seguido de Denis Bouanga (LAFC, 22) y Sam Surridge (Nashville SC, 21). También suma 13 asistencias, lo que lo ubica en el tercer puesto de la liga.
El encuentro de este sábado contra Toronto FC representa el tercer partido de Miami en una semana, un calendario apretado que despierta la pregunta: ¿jugará Messi? Javier Mascherano, entrenador del Inter, evitó confirmarlo, asegurando que la decisión se conocerá solo cuando se publique la alineación oficial.
Toronto, que atraviesa una temporada irregular y se encuentra lejos de los playoffs, se ha preparado de manera especial para recibir al campeón del mundo. Incluso recurrió al exdelantero Sebastián Giovinco en los entrenamientos para simular el estilo de Messi. “No se le puede detener, solo intentar controlarlo”, dijo el técnico Robin Fraser, comparando al argentino con Michael Jordan.
Mientras tanto, Miami sigue en la pelea por el Supporters’ Shield, con tres triunfos seguidos y el ataque más letal de la liga (64 goles). En contraste, Toronto presume una defensa sólida, habiendo concedido apenas cinco tantos en sus últimos seis partidos.
El duelo promete ser un choque entre la mejor ofensiva de la MLS y una de las defensas más consistentes del torneo. Para Messi, será otra oportunidad de extender su racha y reafirmar que, incluso en la recta final de su carrera, sigue siendo el jugador más determinante del fútbol mundial.