La alcaldia de Toronto llevó a cabo este viernes en la mañana el desalojo de un campamento de personas sin hogar en el parque Dufferin Grove, en el oeste de la ciudad, en medio de tensiones con residentes y defensores que denuncian la ausencia de soluciones reales a la crisis habitacional.
Vehículos municipales retiraron tiendas de campaña y pertenencias, mientras agentes de seguridad y la policía resguardaban la operación. La zona fue acordonada con cinta de precaución y posteriormente cercada. Según testigos, los últimos siete residentes del campamento fueron notificados con apenas 15 minutos para desalojar.
“Nos dijeron: ‘Tienen 15 minutos’. No fue una disputa, fue una orden. Esto no es humano”, afirmó Mark Anthony Lindsay, uno de los últimos habitantes del campamento, quien señaló que le ofrecieron un cuarto de hotel en el norte de Etobicoke, lejos del centro de Toronto.
Defensores como Monroe Clermont y Fátima Hussain criticaron la medida, asegurando que las alternativas de refugio propuestas no son seguras ni representan una solución sostenible. “Muchas personas se sienten más seguras en campamentos que en refugios, porque mantienen autonomía y espacio”, dijo Hussain, integrante de Encampment Support Network.
Por su parte, el gerente general de Refugio y Servicios de Apoyo de la ciudad, Gord Tanner, defendió la acción afirmando que más de 70 residentes del campamento han sido trasladados a refugios desde febrero y que nueve obtuvieron vivienda permanente. “La ciudad mantiene su compromiso de abordar la crisis de personas sin hogar y garantizar que las comunidades puedan acceder a sus parques”, sostuvo en un comunicado.
El desalojo de Dufferin Grove reaviva el debate sobre la falta de vivienda asequible y el enfoque de Toronto frente a la creciente crisis de personas sin hogar, en la que críticos insisten en que se privilegia el desalojo sobre soluciones estructurales.
