
CIUDAD DE MÉXICO, 6 ago El canciller de República Dominicana, Roberto Álvarez, y altos funcionarios mexicanos propusieron la creación de una mesa de diálogo bilateral para abordar los impactos ambientales del sargazo en las costas caribeñas de ambos países, dijo su despacho el miércoles.
¿POR QUÉ ES IMPORTANTE?
Los trabajadores de hoteles luchan por mantener limpias las playas mientras montañas de sargazo picante y en descomposición se acumulan en las costas del Caribe, liberando gases irritantes, sofocando los ecosistemas marinos y afectando las tasas de ocupación en los balnearios.
CONTEXTO
Las floraciones de sargazo del Atlántico, un tipo de alga, han aumentado drásticamente durante la última década, impulsadas por la contaminación por nutrientes exacerbada por la deforestación, las temperaturas oceánicas más cálidas y los cambios en las corrientes marinas que empujan su propagación hacia el oeste hasta el Caribe.
CITA CLAVE
“Propusieron la creación de una mesa interinstitucional bilateral entre las cancillerías y el Ministerio de Medio Ambiente de ambos países para abordar la amenaza ambiental que representa el sargazo”, indicó el gobierno dominicano en un comunicado.
EN NÚMEROS
El Consejo Mundial de Viajes y Turismo estima que el turismo podría impulsar las economías de México y República Dominicana en 281 mil millones de dólares y 21 mil millones de dólares respectivamente en 2025, ambos rompiendo nuevos récords y representando alrededor del 15% del PIB.
En junio, científicos de la Universidad Nacional Autónoma de México advirtieron que los niveles de sargazo estaban cerca de duplicar los picos de 2018, y agregaron que alrededor del 10%, o 400.000 toneladas métricas, podrían llegar a las costas del Caribe durante 2025. Una cuarta parte podría llegar a México, dijeron.
¿QUÉ SIGUE?
Varios países buscan reutilizar el sargazo para fabricar materiales utilizables como biocombustibles, fertilizantes y bioplásticos, pero eliminar toxinas y metales pesados como el arsénico de las algas es costoso y la investigación aún se encuentra en sus primeras etapas.
Ha habido financiación limitada para proyectos que buscan reutilizar el sargazo, y la imprevisibilidad de sus floraciones sigue siendo una barrera para los inversores que buscan cosechas consistentes.