5 de julio – Unas 27 personas, incluidos nueve niños, fueron confirmadas muertas después de las inundaciones repentinas en el centro de Texas, dijeron las autoridades el sábado, mientras los rescatistas continuaban una frenética búsqueda de sobrevivientes, incluidas docenas que aún están desaparecidas de un campamento de verano para niñas.
La oficina del sheriff del condado de Kerr, Texas, dijo que más de 800 personas habían sido evacuadas de la región a medida que las aguas de la inundación retrocedían en el área alrededor del río Guadalupe, a unas 85 millas (137 kilómetros) al noroeste de San Antonio.
«No nos detendremos hasta encontrar a cada persona», dijo el sheriff del condado de Kerr, Larry Leitha, en una conferencia de prensa.
Entre 23 y 25 personas del campamento de verano Camp Mystic estaban desaparecidas, la mayoría de ellas, según se informó, niñas. El nivel del río subió rápidamente 9 metros cerca del campamento.
El Servicio Meteorológico Nacional de EE. UU. informó que la emergencia por inundaciones repentinas prácticamente ha terminado en el condado de Kerr, epicentro de las inundaciones, tras las tormentas eléctricas que arrojaron hasta 30 centímetros de lluvia la madrugada del viernes. Sin embargo, se mantuvo una alerta de inundación hasta las 19:00 h para toda la región.
El condado de Kerr se encuentra en Texas Hill Country, una zona rural conocida por su terreno accidentado, sus ciudades históricas y otras atracciones turísticas.
El vicegobernador de Texas, Dan Patrick, dijo que hasta 500 trabajadores de rescate estaban buscando un número desconocido de personas que todavía estaban desaparecidas, incluidas muchas que habían llegado al área para una celebración del Día de la Independencia junto al río.
«No sabemos cuántas personas estaban en tiendas de campaña al costado, en pequeños remolques al costado, en casas alquiladas al costado, porque iba a ser el feriado del 4 de julio», dijo en Fox News Live.
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, afirmó que el gobierno federal está trabajando con las autoridades estatales y locales para responder a las inundaciones. «Melania y yo oramos por todas las familias afectadas por esta terrible tragedia. Nuestros valientes equipos de primera respuesta están en el lugar haciendo lo que mejor saben hacer», declaró en redes sociales.
Dalton Rice, administrador de la ciudad de Kerrville, la sede del condado, dijo a los periodistas el viernes que las inundaciones extremas ocurrieron antes del amanecer con poca o ninguna advertencia, lo que impidió que las autoridades emitieran órdenes de evacuación anticipadas mientras el río Guadalupe subía rápidamente por encima del nivel de inundación mayor en menos de dos horas.
Los funcionarios de gestión de emergencias del estado habían advertido ya el jueves que el oeste y el centro de Texas enfrentaban fuertes lluvias y amenazas de inundaciones repentinas, citando los pronósticos del Servicio Meteorológico Nacional antes del fin de semana festivo.
Sin embargo, los pronósticos «no predijeron la cantidad de lluvia que vimos», dijo W. Nim Kidd, director de la División de Gestión de Emergencias de Texas, en una conferencia de prensa el viernes por la noche.
El desastre del fin de semana se hace eco de una catastrófica inundación del río Guadalupe de 1987 en la que 10 adolescentes se ahogaron cuando intentaban salir de un campamento de la iglesia, según el Servicio Meteorológico Nacional.
