
Sonriendo, Jair Bolsonaro salió este domingo 4 de mayo del c donde permaneció durante las últimas tres semanas por una grave oclusión intestinal.
El expresidente brasileño (2019-2023) fue operado en el abdomen en el hospital DF Star de Brasilia el pasado 13 de abril, dos días después de presentar intensos dolores durante un acto político en la ciudad de Natal, en el noreste del país.
Se trataba de la cirugía más compleja a la que se ha sometido, desde la puñalada que recibió durante un acto de campaña presidencial en 2018, y que lo obligó a practicarse varios procedimientos quirúrgicos.
En los últimos días, Bolsonaro había presentado una evolución positiva de la intervención, “sin dolores, ni fiebre” y “con la presión arterial bajo control”, según lo indicado por su equipo médico.
Tiene previsto participar en una manifestación el 7 de mayo
El expresidente ultraderechista de 70 años salió caminando del hospital y saludó a los partidarios que se dieron cita afuera del complejo médico para expresarle apoyo en su recuperación.
Apenas salió del hospital, Bolsonaro tomó la palabra y se refirió al proyecto de ley promocionada por sus aliados en el Congreso que busca conceder amnistía a los condenados por el intento de golpe de Estado del 8 de enero de 2023.
“Lo que más duele es ver a personas inocentes con condenas de hasta 17 años de prisión”, dijo Bolsonaro a periodistas y simpatizantes frente al hospital.
“Algunos dicen que la amnistía es perdón y que lo que pasó es imperdonable. Pero no hubo derramamiento de sangre, ni armas de fuego, nada”, añadió el líder político.
El exmandatario también expresó su voluntad de participar en una marcha organizada el miércoles en Brasilia a favor del proyecto de ley de amnistía.
“Vuelvo a casa renovado. Mi próximo reto: sumarme a la Marcha Pacífica por la Amnistía Humanitaria del miércoles 7 de mayo”, escribió en su cuenta oficial en la plataforma X antes de abandonar el hospital.
Bolsonaro también será juzgado por liderar el intento de golpe de Estado
El expresidente será juzgado por el Tribunal Supremo bajo la acusación de haber sido el líder del intento de golpe de Estado, con el objetivo de mantenerse en el poder tras perder las elecciones presidenciales contra Luiz Inácio Lula da Silva.
Será el primer expresidente en ser juzgado por haber fomentado un golpe de Estado desde la ultima dictadura militar del 1964 al 1985. El juicio todavía no tiene fecha.
El 8 de enero de 2023, miles de simpatizantes de extrema derecha asaltaron las sedes de la Presidencia, el Tribunal Supremo y el Congreso con el objetivo de forzar una intervención militar y derrocar al actual presidente de izquierda.