Canadá derrotó a Estados Unidos 127-118 en tiempo extra para llevarse el bronce y ganar su primera medalla en una Copa Mundial FIBA el domingo en Manila, Filipinas.
La estrella canadiense Shai Gilgeous-Alexander anotó los primeros siete puntos de su equipo en tiempo extra y Canadá nunca estuvo en desventaja en el cuadro extra.
En un loco final del tiempo reglamentario, el estadounidense Mikal Bridges falló intencionalmente un tiro libre cuando Estados Unidos perdía tres puntos y faltaban 4,2 segundos, agarró el rebote ofensivo y luego corrió más allá del arco para empatar el juego.
Los tres de Kelly Olynyk al sonar el timbre terminaron, enviando el juego a tiempo extra.
Aunque Canadá tuvo su mejor comienzo del torneo (anotando 34 puntos en el primer cuarto), el partido estuvo igualado en todo momento.
Gilgeous-Alexander hizo un duro tiro en salto con Bridges en su cara para poner a Canadá arriba dos con 34,6 segundos restantes en el cuarto. Luego, Dillon Brooks anotó dos tiros libres para poner a Canadá arriba por cuatro antes de que los estadounidenses empataran.
Brooks lideró a Canadá con 39 puntos, superando el récord de su carrera en la NBA y estableciendo un récord canadiense de más puntos en un partido de la Copa del Mundo.
Gilgeous-Alexander terminó el partido con 31 puntos, 12 asistencias y seis rebotes.
Los estadounidenses lograron una racha de 12-0 cerca del inicio del último cuarto para borrar un déficit de dos dígitos y ponerse arriba por dos.
Con esta victoria, Canadá también le ha dado a Estados Unidos apariciones consecutivas sin medallas en la Copa del Mundo por primera vez en medio siglo.
Al principio del torneo, Canadá consiguió un lugar en los Juegos Olímpicos por primera vez desde 2000.
«Estados Unidos no ha ganado la Copa del Mundo desde 2014», expresó el entrenador estadounidense Steve Kerr. «Es dificil. Estos equipos de FIBA son realmente buenos, están bien entrenados, tienen continuidad y han jugado juntos durante mucho tiempo. Esto es difícil y ya lo ha sido”.
La única otra medalla de Canadá en un torneo de esta magnitud (la Copa del Mundo o los Juegos Olímpicos) llegó en 1936, cuando perdió 19-8 ante Estados Unidos en el enfrentamiento por la medalla de oro en los Juegos de Berlín. Esa final se jugó al aire libre, bajo una tormenta, en una cancha de arcilla que probablemente habría sido mejor ese día como pista de resbalones.
